La idea de hacer esta película surge una noche del verano de 2013 en la conversación de dos amigos que no se veían hace varios años. La casa paterna de uno de ellos, un pequeño castillo en el cerro Playa Ancha, se había puesto a la venta y el heredero quería registrar en video sus dependencias, los jardines y subterráneos donde había pasado su infancia y adolescencia, antes que la propiedad cambiara de dueños. Ese amigo es el actor Renato Larrea que interpreta al protagonista de Mal de Mar. El otro compadre de esa trasnochada conversación del verano de 2013 es Pablo Jerez, quien se convertiría en el director de la película.
La idea de Renato Larrea era hacer un registro sencillo, guardar un recuerdo, pero en la conversación surgió una complejización inesperada: ¿por qué no hacer de ese registro una especie de rito de paso, una exorcización de la felicidad y del drama vividos en la casona familiar?
-Hagamos una película...- ofreció Pablo Jerez. Él contaba con la disposición de un grupo de amigas y amigos suyos con los que ya estaba conversado formar equipo para filmar.
Adrián Jerez en la dirección de fotografía, más la cámara, y Beti Maggi en la producción, eran las piezas fundamentales. A ellos se podrían agregar las actrices y actores de Batuco Bacanales, un grupo de teatro espontáneo al que pertenecía Pablo, Cecilia Millán y Cristian Ibarra, además del músico y actor de teatro espontáneo Diego Jerez.
-¿Y la plata? Preguntó Renato
-Hacemos una campaña entre amigas y amigos para juntar unas lucas y nos vamos a Valpo. Mañana hablo con el equipo y le damos, ¿te parece?-
-¡Vale! ¡Salud, compadre!-
Después pensaron en hacer un casting para buscar a la actriz que interpretara la trabajadora sexual del puerto, pero antes que hubiera una segunda postulante, Camila, también actriz del grupo de teatro espontáneo Batuco-Bacanales, fue aprobada sin más.
En los días siguientes, todas y todos los integrantes propuestos aceptaron entrar al juego. Y surgió una regla: todo el que actuara tenía también que desarrollar alguna función extra. Diego sería el asistente de audio, Cecilia la encargada de ambientación y vestuario, Beti, además de la producción ayudaría con el maquillaje, Cristian sería el encargado de organizar el caterin, Renato y Camila quedaron liberados para que se concentraran en sus personajes, pero pronto asumieron labores de aseo y asistencia de dirección. Beti invitó a Vicente Pantoja que hizo algo de making off y la segunda cámara del rodaje. Con él y con Adrián, el dire de fotografía, la regla del juego funcionó a la inversa: todo el que desarrollara alguna función técnica debía también actuar, o al menos aparecer en la película.
Llevaron colchonetas y sacos de dormir pues la casona estaba sin muebles, compraron nutrientes, ocuparon dos vehículos de propiedad de miembros del equipo, cargaron el equipamiento técnico y partieron el viernes 1 de febrero de 2013, al puerto de Valparaíso.
El equipo de 8 integrantes trabajó disciplinadamente día y noche, durante 3 días, en la operación de rodaje inicial.
De vuelta en Santiago, el director de la película y el director de fotografía hicieron la primera propuesta de edición, pero no pudieron pasar a otras fases de rodaje ni de posproducción.
Pasaron los años, sus vidas tomaron rumbos diversos, aunque cercanos. Algunas y algunos integrantes del equipo colaboraron juntos en otros proyectos, hasta que hace pocos meses, en febrero de 2021, exactamente 8 años después, el director hizo llegar el material editado a Cristian Vidal de LeSole Productora. El destacado realizador se sintió convocado por la calidad del proyecto y se integró como editor de la película.
Hace poco también se subieron a este buque extraño, los periodistas Paula Kiessling e Italo Franzani para colaborar en el posicionamiento público del proyecto.
Hablado para hacer la música del film desde el año 2017, el compositor musical y sonorizador de cine y teatro Juan Carlos Valenzuela, ya opera en la sala de máquinas generando el universo sonoro de Mal de Mar.
Y aquí, en este punto del proceso se necesita de tu apoyo para que Mal de Mar continúe adentrándose en la alta mar de los festivales de cine, de chile y del mundo.
Todo el proceso descrito hasta aquí, sumando los aportes recibidos para los gastos básicos del rodaje de 2013, más la valoración de equipamientos, insumos, locaciones, horas de trabajo de más de 10 personas, desde el inicio del proyecto en 2013 hasta la fecha, equivale a una inversión total de $ 18.700.000 CLP.
Actualmente, a través de este proyecto Ideame se busca conseguir financiamiento para las siguientes acciones futuras:
1.- Operación de rodaje en 2ª fase.
2.- Edición completa del nuevo material sumado al ya existente.
3.- Posproducción de corrección de color.
4.- Posproducción de audio, la cual incluye entre otros ítems la composición musical original para la película completa.
5.- Distribución; que en este caso considera envío a festivales, cumpliendo con las exigencias de traducción y subtitulaje, además del diseño de la gráfica para la película.
Confiamos contar por tu aporte.
En todos los casos las recompensas incluyen que tu nombre aparezca en los créditos de la película.
¡Hazte parte de esta épica artístico-comunitaria!
Una manera de sobrevivir alegremente, ayudando a crear Mal de Mar, mientras vamos saliendo de esta noche pandémica...
En caso de no recaudar el 100% de nuestro objetivo económico haremos lo siguiente:
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Con el 10%
Este monto cubre el rodaje de algunas escenas.
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Con el 25%
Podemos pensar en pagar parte de la corrección de color.
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Con el 50%
Ya podemos cubrir rodaje, corrección de color y parte del audio.
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Con el 75%
Logramos terminar edición y gran parte de la posproducción de imagen y audio.
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