Proyecto finalizado
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Carmen y Daniel es un libro que recoge la voz de las mujeres de una familia a partir de la desaparición de dos de sus integrantes. Puede leerse como una novela coral. Cada voz aporta un recuerdo, un fragmento que permite reconstruir la vida de esta familia luego de que se llevaran a Carmen y Daniel.
"Nací el 22 de febrero de 1976. Mis viejos eran dos pibes: tenía veinte ella, veintiuno él. Lo único que tenían en ese momento era una cantidad increíble de ideales y nada de miedo. Por lo menos, hasta que entendieron lo que estaba pasando y de seguro, ya era tarde. Tarde para ellos, y en consecuencia para nosotros. Un año y medio después, nació Ernesto y a sus nueve días, se llevaron y desaparecieron a mis viejos. Nunca más supimos de ellos." (Ana, hija de Carmen y Daniel)
"Estábamos todos esa noche. Vivíamos en Floresta, en la casa de mis viejos. Llegaron a eso de la una, una y media. Golpearon la puerta. Creo que dijeron “Policía, abran.” Pero no me acuerdo. De repente, vi a un tipo parado en mi cuarto con una Itaca. Nos están robando, pensé y cerré los ojos muy fuerte. Intentaba mirar de refilón. No era un robo." (Alejandra, hermana de Carmen)
"Lo que escriba en lo sucesivo va a ser un relato de nuestras vidas y la de tus hijitos durante tu ausencia. Hasta podré llegar a imaginar que son cartas que te mando a algún lugar y que vos recibís diariamente. Quizás así la tristeza que me invade en algunos momentos del día o la noche se vea achicada por medio de estas líneas y será una forma de tenerte junto a nosotros de nuevo y charlar con vos aunque más no sea por medio de estas páginas. Dios sabe que vendrás pronto y quiero que guardes esto para que así no quede un vacío durante tu ausencia, sepas cómo han ido creciendo los nenes y las diabluras que aprenden" (Diario de Eugenia, hermana de Carmen)
"Yo tampoco la conocí a mi abuela de otra manera que no fuera siendo Madre de Plaza de Mayo. Cuando nos fuimos a México, yo era muy chica. No tenía consciencia. Cuando volvimos, ya estaba organizado todo como lo conocí toda mi vida. Ya estaba establecido. El hecho de que mi abuela fuera a la plaza todos los jueves, a las reuniones y toda su actividad de búsqueda de Daniel y Carmen era algo normal. En la generación de mi abuela, las mujeres estaban dedicadas a quedarse en casa. Y justamente lo que hicieron las Madres, siendo mujeres que (algunas trabajaban, no es que todas eran amas de casa) salieron de ese ámbito de la intimidad para hacer un reclamo político por sus hijos. Eso provocó una transformación en las familias." (María, sobrina de Daniel)
"Ese día, Ernesto le dijo a Ramiro lo que sucedió en realidad. Le contó que él era un bebé de nueve días y estaba tomando la teta de su mamá y alguien lo sacó de sus brazos a la fuerza. Ahí se llevaron a su mamá y a su papá. También se llevaron a su abuelo Lito, que tuvo la suerte de volver (aunque no en el mejor estado). Y bueno, que su mamá quiso acompañar a su papá y nunca más volvieron. Ninguno de los dos. Por dichos de gente conocida estaban en una cárcel. Eso último se le dijo para simplificar las cosas. Le dijo que en esa cárcel a veces los trataban muy mal, que les hacían cosas que no les gustaban por el hecho de que no pensaban igual. Así hasta el momento en que se murieron. Al principio tenían la esperanza que los hubieran dejado heridos en alguna parte y que algún día volvieran. Pero que ya a esta altura no tenían esperanza de que volvieran entonces él los daba por muertos." (Mónica, nuera de Carmen y Daniel recordando cómo le contaron a sus hijos que sus abuelos eran desaparecidos)
"Mi mamá siempre nos decía lo unida que era ella a Carmen, tanto como yo lo fui de mi prima Mercedes. Era como mi hermana. Si yo estaba en mi casa, Mercedes estaba acá. Si ella estaba en su casa, yo estaba allá. Recuerdo mi infancia como de estar todos los días juntas. Todo el tiempo juntas. Pasamos toda la adolescencia juntas. Mi prima, mi hermana del alma, mi mejor amiga. Si nos peleábamos, mi mamá nos decía que disfrutemos de tenernos la una a la otra. Era la persona más importante, la que te conoce todo, tu helado preferido, lo que te gusta, lo que no te gusta, todo. Y de repente, esa persona con la que compartiste y sabe todos tus secretos no está más. Cuando mamá me contaba anécdotas de cuando eran chicas con Carmen, yo no entendía cómo podía recordar tantas historias sin deshacerse en lágrimas. Años después comprendí que se puede convivir con un dolor inmenso sin derramar una lágrima." (Vicky, sobrina de Carmen)
Este es un libro de historia oral. Toma los testimonios reales, personales, propios de una familia a lo largo de los años. Se divide en dos partes. La primera recoge las voces de las mujeres que conocieron y convivieron con Carmen y Daniel. Hablan sus hermanas, su tía, sus primas y cuñadas. La segunda parte consta de los relatos de las mujeres que no conocieron directamente a Carmen y a Daniel: su hija Ana, sus sobrinas, su nuera.
Los testimonios fueron tomados por Celia Dosio entre diciembre de 2018 y junio de 2019 y armonizados en forma de relatos a partir de la idea de Patricia Pellegrini, prima hermana de Carmen. El libro contiene además fotografías de la familia y reproducciones de cuadros de algunos artistas plásticos que trabajaron especialmente sobre dicho tema. Cuando se cumplieron cuarenta años de la desaparición de Carmen y Daniel, Patricia Pellegrini curó una muestra en homenaje a su prima y su marido. Convocó a cuarenta artistas que produjeron obras originales y profundamente políticas. Esta muestra se estrenó en el Centro Cultural de la Cooperación y desde entonces se expone en distintas partes de Argentina y el mundo. Este libro es una continuación de aquel primer homenaje.
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