Mi nombre es Andrés Irarrázaval. Soy un artista visual y profesor de enseñanza media en formación.
Además de la pintura, como parte de mi sensibilidad artística, hacia finales de 2012 me apasioné por la poesía. En ella descubrí, ya siendo un artista visual formado, el carisma de la palabra como medio de expresión de ideas y sensaciones sutiles: La palabra, en este sentido, no es el mero animal de carga que lleva los significados triviales y paupérrimos de la comunicación inmediata. En la poesía, la palabra se transfigura en un heraldo cuyo anuncio pocos osan o saben llevar. El mensaje que la poesía anuncia, es aquel de una nueva y vieja subjetividad, el tesoro interior del alma que queda velado en la cotidianidad.
El libro, recoge una serie seleccionada de poemas escritos desde aquella época de descubrimiento hasta hoy. El título, Escenario Tierra, refiere a la conciencia cósmica y planetaria que el libro expresa. La tierra como un escenario de marionetas al pasar. Cada esquina tiene su verso, cada rincón va apareciendo y desapareciendo: qué cosas quiere el autor –y qué cosas quieres tú– sacar a actuar, de todo eso se tratará. Todo es posible en este escenario. Solo basta con hacerlo, imaginarlo, o verlo. ¿Qué ves? ¿qué haces? ¿qué imaginas? y por último, pero no menos importante... ¿qué eres?... Todo eso es parte de este libro, y este libro es parte de todo eso, invitándote a ser quien estés llamado a ser y descubrir todo lo que te sea posible descubrir. “Imaginar un lenguaje es imaginarse una forma de vida”, decía el gran Wittgenstein. Te invito a imaginar, e incluso a crear, usando como aliciente las palabras transfiguradas de mi poesía.
Mi poesía es rica en alegría pero nunca dejando de lado el amor que sentimos por las personas a las que queremos dar un abrazo y sentirlas de verdad. El sentimiento es una vena neurálgica de la mayoría de mis versos, y los he escrito desde lo más profundo de mi amor, mi amor como pasión, como padecimiento visceral. Cada sílaba delata mi debilidad, que es también mi fortaleza.
Mi poesía es, dentro del espectro de la poesía, una de índole muy aguda, muy visual. Mi poesía es como un cuadro, en el que un escenario comporta elementos de la vida necesarios para comprender y situarnos en la felicidad. Tal como un cuadro de Cienfuegos, mi poesía nos invita a ocupar distintos espacios del escenario para disfrutar de pequeñas cosas de la vida, pero al mismo tiempo convirtiéndolas en alegría de vivirlas.
A continuación te compartimos un poema, un ejemplo de aquella transfiguración de la palabra, extraído del libro.
La Madre Naturaleza
Madre naturaleza,
inmensa, Indeleble,
Equilibrada, acuciosa
Y detallista.
Nos prestas tu poesía formidable
Y tú vertiente inagotable.
A si tal cual son tus ventosas,
Inmediatas son tus plegarias veleidosas,
Armoniosa, coqueta e instigadora.
Diosa de las cosas,
De las prosas
Eres como una gran mariposa
Que vuela y goza,
Naturaleza impetuosa
Reina donde nos alojas,
Infinita y generosa.
Tus pájaros cantan en el
Horizonte blando de tu quietud
Y tu alma magnificente
Guarda los rocíos hacendosos
Y en tus cabellos cruzamos el tiempo
Y vivimos para tus ojos.
Fulgurante figura eterna,
Fuente de tu hija;
La más pura y mía luna de invierno.